De la canción de Simón Díaz, La vaca Mariposa. Honrando a uno de los grandes de Venezuela, un diseño que tiene letras grabadas en la memoria y en el corazón de muchos.
Es una de las canciones que canté desde pequeña y que luego al crecer fui entendiendo y le agarré más cariño al comparar la risa inocente de niña que una vez ordeñé una vaca, con la nostalgia al entender qué pasa con el becerrito. Sin importar las generaciones o si conocemos o no el llano, es un orgullo y un honor llevar estas letras en la memoria.