Después de tres semanas de viaje al IVLP, mi esposo me recibió con la casa llena de flores. Y es así, en el hogar, dónde uno crece, donde florecen las mejores ideas y proyectos: la tierra fértil.

La teoría de la tierra fértil plantea que la vida es un mar en tempestad, es en tierra donde estamos en calma, protegidos, resguardados. Así, esta «isla» es el espacio familiar o el espacio seguro, donde somos capaces de crecer, de progresar, de superarnos para salir una y otra vez a enfrentarnos con ese mar en tempestad que es el mundo.

Entonces, de vuelta a mi hogar, al amor familiar, a todos los cuidados y compañía reconfortante que supone estar en casa; tenía flores por todos lados. Como diciendo: ven, ahora es tiempo de que arranques a recoger lo sembrado y des frutos. Hacía meses pensaba dándole la vuelta a retomar mis proyectos personales artísticos, de hacer más.

Así, arrancó esta nueva etapa con «Home», la primera pieza que hice al volver, dibujando algunas de las flores que tenía esperándome en casa, y con la intención de tomar nuevas fuerzas para este proyecto. No dice «hogar» porque visualmente no jugaban bien las letras con el círculo, pero Home quedaba perfecto y acentúa la diferencia de que una casa, no es un hogar.