El 17 de octubre Pedro Jaimes Criollo fue excarcelado de El Helicoide, después de un año y cinco meses recluido en condiciones inhumanas pudo caminar bajo el sol, sin boleta de excarcelación y sin mayor información sobre su caso. A la fecha tiene cautelares de presentación cada 30 días y prohibición de salida del país, trauma psicológico por las torturas y audiencia de juicio pautada para el 16 de diciembre: el caso sigue abierto.
Texto para Espacio Público como parte de la campaña de divulgación del caso de Pedro Jaimes, disponible aquí.
Durante su reclusión en El Helicoide por tuitear la ruta del avión presidencial, Pedro Jaimes fue víctima de tratos crueles, no recibía frecuentemente luz solar, la falta de higiene le ocasionó enfermedades respiratorias y de la piel, además no tuvo atención médica adecuada después de que le fracturaran una costilla mientras lo torturaban para que revelara las claves de sus redes sociales.
La audiencia de juicio del tuitero ha sido pospuesta 11 veces, se ha violado el debido proceso en múltiples ocasiones con retrasos e inacción del Tribunal. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares de protección exigiendo al Estado el resguardo de su salud, y por su parte el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias (GTDA o Grupo de Trabajo) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió su liberación al Gobierno venezolano exigiendo además que indemnicen a Jaimes por los daños ocasionados durante su reclusión.
Sin embargo, después de un mes de su excarcelación, Pedro Jaimes no ha recibido ningún tipo de aporte o indemnización del Estado venezolano, vulnerando las obligaciones que tiene con las organizaciones internacionales de derechos humanos.
La excarcelación
El día en que salió de El Helicoide, habían rumores desde la mañana que indicaban que Pedro Jaimes estaría entre el grupo de detenidos que iba a ser excarcelado por la comisión de la verdad, instalada por la ilegítima asamblea nacional constituyente. Después de indicarle que se afeitara, y peinara, a Pedro le hicieron grabar un video donde tenía que asegurar que recibió atención médica y fue respetado el debido proceso en su caso.
El procedimiento regular implica que la persona tenga una orden de excarcelación para salir de la prisión; sin embargo, no fue el caso de Pedro, quien dejó El Helicoide sin certezas sobre su caso: “de los que salimos, todos tenían boleta de excarcelación desde hace un año, yo era el único que no tenía boleta de excarcelación. Me dijeron que hablara con mis abogados, que estaba saliendo por Casa Amarilla, por la comisión de la verdad”.
El acceso a la prisión del Sebin en El Helicoide está cercado por un gran portón negro que bloquea el paso en el primer nivel, para llegar allí se debe subir una rampa curva con aproximadamente 250 metros de largo. Abajo, a la entrada de lo que iba a ser el centro comercial, está otra reja que divide la calle y marca el inicio del control de los uniformados, justo antes de la rampa de acceso.
Después de recoger sus cosas, Pedro Jaimes subió a un autobús con el resto de los detenidos, acompañados por el director del Sebin y otros efectivos: “muy amenos ellos con uno, pero uno todavía con el shock y viéndolos como funcionarios”. Desde allí empezó el descenso a la entrada del recinto: “cuando pasé el segundo portón no lo creía pensaba ‘estoy afuera’, fue como una película: veía el sol, veía a la gente. Evité a los periodistas porque no sabía en qué condiciones estaba saliendo”.
En efecto, los abogados de Jaimes no tenían al momento conocimiento de las condiciones de su excarcelación, a falta de realización de la audiencia de juicio el caso sigue abierto. Por otra parte, diversos jueces suelen aplicar medidas cautelares que extienden las violaciones de derechos, imponiendo en muchos casos la prohibición de declarar a los medios o el uso de redes sociales, lo que explica la cautela de Pedro de no ofrecer su testimonio.
Días más tarde se pudo conocer que el Tribunal no prohibió a Pedro Jaimes el uso de redes sociales ni la declaración sobre su caso a los medios de comunicación; permanece bajo medida de presentación cada 30 días, y prohibición de salida de Venezuela.
“La alegría de estar afuera”
Una de las condiciones de la reclusión de Jaimes era la falta de exposición a la luz solar, por lo que cuenta:
“Después de tanto tiempo encerrado sin ver el sol, el sol fue mi primera impresión. El sol, la alegría de estar afuera, fue como que no lo creía”.
Además de los embates físicos, Jaimes explica que los efectos de la tortura y la reclusión son los que más le afectan: “No había llorado dentro del Sebin, yo decía que ellos no merecían que yo botara una lágrima allá adentro. Cuando ellos me torturaban yo los veía con cara de perro y me preguntaban ‘¿me tienes rabia? ¿Tú no lloras? Este tipo no llora’. Y me les quedaba viendo con la misma cara. Ellos empezaban con la burla otra vez y me hacían las preguntas”. Al salir de El Helicoide y ver el primer rostro familiar, pudo por fin desahogarse.
Antes de llegar a la casa, pasó por una iglesia, Pedro se define como “muy católico”. Al llegar a su casa sus hermanas lo estaban esperando: “encontré la casa muy clarita, como más grande, más espaciosa, más bonita. Llegué haciendo varios arreglos, pero por la condición que tengo (la fractura de la costilla mal sanada) me toca volver poco a poco a la rutina” y asegura que “el apoyo familiar ha sido muy bueno, es lo más importante”.
La frustración del tiempo perdido es una de las consecuencias del año y cinco meses en prisión: “es complejo porque uno quiere hacer todo en un día y no puedes. El psicólogo me dice que vaya poco a poco. Yo he querido hacer en una semana lo que no he podido hacer en 1 año y cinco meses y eso estresa y embota; es complejo, son tantas cosas que uno pierde… Pero lamentablemente el tiempo perdido no se recupera, nadie puede ni siquiera pagarte por eso”.
Un año y cinco meses después
La reclusión injusta en el Sebin dejó marcas en Pedro Jaimes más allá de las heridas físicas, los informes psicológicos constatan el daño: “Me está costando mucho dormir, anoche por ejemplo me desperté dos veces”. Comenta que en conversaciones con su psicólogo pudo determinar que durante su reclusión estaba muy consciente de su vulnerabilidad: “en mi condición de preso yo no podía bajar la guardia, siempre tenía que estar alerta, entonces en la madrugada estaba durmiendo pero pendiente de que cualquier funcionario se podía meter (en la celda) porque esa era la costumbre de ellos”.
El sueño es una de las funciones principales del cuerpo humano para la estabilidad, tan importante como comer, y afecta el desempeño de cualquier persona que no pueda descansar lo suficiente: “mi psicólogo dice que yo al día de hoy no estoy durmiendo porque mantengo ese sistema de alerta, como un efecto postraumático, que hace que yo no pueda dormir”.
Pedro Jaimes era también sustento de hogar, retomar las actividades económicas para poder cubrir sus gastos básicos y las medicinas que necesita es una labor adicional sin computadora, sin perfiles en sitios web, y sin los equipos decomisados durante el allanamiento a su vivienda: “Me estoy adaptando nuevamente, estoy vendiendo ya por Mercadolibre, poco a poco uno se va organizando, se va acordando de muchas cosas. Lo que más me ha costado son todas las cuentas de trabajo, los correos y las cuentas que yo utilizaba para vender y para comerciar, que era mi medio de sustento”.
En cuanto a la salud, la fractura de su costilla a causa de las torturas selló, pero el dolor es un impedimento para moverse normalmente: “me sigue el dolor. El cirujano de Tórax explica que la costilla fue partida, se creó una callosidad y cuando hubo esa lesión, uno de los nervios se raspó y quedó sensible”. Ahora con un complejo de vitamina B12 se espera que se pueda regenerar el nervio para evitar que el dolor siga siendo constante; en caso de que no de resultado, debe hacer rehabilitación e infiltraciones hasta lograr que el nervio se recubra.
El asma fue la consecuencia de estar recluido en un cuarto sin ventilación y escaso higiene; ahora Pedro Jaimes duerme con un inhalador al lado de su cama. Por estar en espacios abiertos y ventilados la frecuencia de los ataques ha disminuido, pero al hacer actividad física se ve afectado: “el otro día estaba haciendo un trabajo medio movido y llegué aquí con asma, pero con el inhalador resuelvo”.
Ya Pedro Jaimes tiene color en la cara, perdió el amarillo típico de las personas que no llevan sol, comenta que no ha tenido más problemas de herpes y explica: “lo que más me preocupa es el trauma psicológico. Una lesión uno la ve y la cura y listo, pero cuando uno sufre así uno trata de esconder eso hasta que en alguna situación uno lo saca como si fuera un archivo de una computadora”.
El caso no termina
El próximo 16 de diciembre está pautada la audiencia de juicio, es la décimo segunda oportunidad en que el Tribunal fija una fecha desde el 31 de enero de 2019. Pedro Jaimes no ha sido juzgado porque el Estado no lo ha permitido: en 10 de las 11 oportunidades anteriores el Sebin no lo trasladó a Tribunales; en dos ocasiones además no hubo despacho, y la última vez (30 de octubre) la Fiscalía no se presentó en el Tribunal.
El juicio es arbitrario, imputado sin pruebas por delitos que no cometió, exigimos al Estado que le otorgue la libertad plena, tal como pidió el GTDA el 13 de septiembre de 2019: “que adopte las medidas necesarias para remediar la situación del Sr. Jaimes Criollo sin dilación y ponerla en conformidad con las normas internacionales pertinentes” lo que implica: “poner al Sr. Jaimes Criollo inmediatamente en libertad y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional”1) Opinión 39/2019 del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas .
Reiteramos que Pedro Jaimes es inocente, la divulgación de la ruta del avión presidencial no implica delito alguno por ser información de interés público, disponible en interés de forma libre y gratuita. Por lo tanto, exigimos que el Estado haga justicia en su caso retirando las medidas cautelares que le imponen, declarando la inocencia plena de Jaimes, haciéndose cargo de la situación de salud producto de su detención arbitraria, e indemnizando al tuitero y a su familia por los daños ocasionados.
References
1. | ↑ | Opinión 39/2019 del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas |